Los primeros años de la posguerra los responsables de custodiar el patrimonio entregaron a los religiosos más de 2.000 bienes de represaliados, en una cadena sistematizada de expolio.
Monjas de las parroquias reclamaron hasta 2.000 bienes incautados / Santos Yubero
“Enteradas de que reparten algunos objetos de los que no se sabe el dueño y habiéndolo perdido todo porque nos lo quitaron los rojos”… Esa fue la fórmula. Las cartas que llegaron al comisario general del Patrimonio Artístico Nacional, entre 1939 y 1945, repetían la misma justificación, una tras otra. Casi como una consigna. Este consenso en las reclamaciones de las religiosas dio como resultado la retirada de más de 2.000 bienes que habían sido almacenados por la Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico y por los expolios que el franquismo realizó a las familias republicanas represaliadas. Eran objetos “necesarios” para su actividad religiosa como copas de cristal, espejos, bandejas de plata, cubertería, cuadros y hasta un mantón de Manila verde con flores bordadas en seda de colores y ancho fleco.
Fuentes: asturiaslaica.com / Peio H. Riaño, El Diario, 2 de diciembre de 2022