Archivo – Obispos en la sede de la Conferencia Episcopal.
José Melero – Cervelló – elperiodico.com / 26 de noviembre del 2023
Los obispos deben estar eufóricos con el nuevo Gobierno presidido por Pedro Sánchez porque en el Consejo de Ministros predominan los católicos, tanto los de la anterior legislatura como los de la actual que confiesan que lo son. Incluso entre los ministros de Sumar hay dos miembros que manifiestan una buena simpatía con el papa Francisco.
Siendo así, veo muy difícil que este Gobierno trate de recuperar la dignidad perdida por la Iglesia, revisando o derogando los Acuerdos de 1978 entre el Gobierno y el Vaticano, que concede numerosos privilegios a la Iglesia en varias áreas. Tampoco veo expectativas en que este Gobierno, de corte católico, muestre interés en que la Iglesia devuelva a los municipios los bienes inmatriculados no destinados al culto, a la catequesis o a las obras sociales, al ser bienes que generan beneficios y no pagan impuestos.
Todavía existe en España la mentalidad errónea de que tratar de estos temas es ir contra la Iglesia. Nada más lejos de la realidad. Solo tratando estos temas, y no manteniéndolos en el olvido, se puede conseguir que la Iglesia abandone los privilegios, deje de amasar bienes y contribuya al bien común, pagando los impuestos correspondientes por los bienes que le proporcionan beneficios. Desear que estos cambios se lleven a cabo conjuntamente entre el Estado y la Iglesia es ir a favor de la Iglesia y no en contra. Es pretender que la Iglesia avance, acercándose al Evangelio, al pueblo y a la Constitución.
A la Iglesia la veo incapaz, por su tradicional apego a su ‘estatus quo’, de realizar esos cambios. Solo un Estado progresista puede empujar a la Iglesia para ponerse a trabajar juntos en conseguir una iglesia digna de ser admirada y apreciada. Deseo que Pedro Sánchez y el Consejo de Ministros se muestren a favor de que así sea, sin dejarse llevar por el electorado católico.