De estas propiedades, hasta 388 tienen un título diferente al de certificación eclesiástica, es decir, no son templos religiosos. Fue el Gobierno de Aznar el que permitió que la Iglesia se quedara con estos bienes, que usaba pero que oficialmente no eran de su propiedad
Templos, iglesias, parroquias y dependencias complementarias, pero también fincas rústicas de todo tipo, viviendas, solares y plazas de aparcamiento. Son algunos de los 1.756 bienes y propiedades que la Iglesia Católica tiene en Castilla-La Mancha y que están inmatriculados, es decir, son aquellos con los que esta institución se quedó gracias a una ley impulsada por José María Aznar en 1998. Con esa normativa, el PP permitió a la Iglesia registrar a su nombre edificios, apartamentos o fincas con tan solo una certificación eclesiástica. La cuestión más controvertida es que en esta comunidad autónoma la relación de los que no tienen esa certificación o tienen otra diferente llega hasta 388.
Parroquia de Santa Ana en Añover de Tajo (Toledo)