Los partidos olvidan el escándalo de las inmatriculaciones en sus programas del 23-J
Recuperando denuncia la “falta de compromiso” del Gobierno de coalición en la recuperación de miles de bienes de interés cultural
Ninguno de los cuatro partidos con opciones a gobernar España a partir del 23-J ha incluido en sus programas electorales referencia alguna al escándalo de las inmatriculaciones, que permitió a la Iglesia católica inscribir a su nombre más de 100.000 bienes, entre ellos monumentos de enorme valor cultural, plazas públicas, cementerios, fincas, ermitas, viviendas y hasta frontones.
De los programas del PSOE y Sumar ha desaparecido la cuestión de las inscripciones episcopales cuando en las elecciones anteriores habían ocupado un lugar destacado en las prioridades políticas del Gobierno de coalición. Hasta el presidente Pedro Sánchez hizo una mención inequívoca en su discurso de investidura al anunciar “reformas legislativas” para “revertir” las inmatriculaciones.
Cuatro años después, ninguna iniciativa parlamentaria ha modificado ni un ápice de las disposiciones normativas que permitieron a los obispos apropiarse de miles de bienes de interés cultural. La única decisión que el Ejecutivo de Sánchez tomó en relación al escándalo de las inscripciones episcopales fue la entrega al Congreso de los Diputados del listado de bienes inmatriculados en cumplimiento de una petición parlamentaria formulada con anterioridad.
En ese inventario, figuraban 34.000 bienes registrados entre 1998 y 2015, pero dejaban fuera varias decenas de miles inscritos desde 1946. La coordinadora Recuperando, que agrupa a una treintena de asociaciones patrimonialistas, mostró entonces su satisfacción por un éxito sin paliativos del movimiento ciudadano, aunque lamentó que el Gobierno de coalición no tuvo la valentía de dar un paso firme en dirección a la recuperación de los bienes inmatriculados.
El listado gubernamental de bienes venía acompañado de un informe jurídico que admitía la “supuesta inconstitucionalidad” del artículo 206 de la Ley Hipotecaria pero no habilitaba ninguna fórmula legislativa para declarar la nulidad de las inscripciones y, en la práctica, se lavaba las manos en un asunto de Estado que exige una solución global, tal como ha solicitado Recuperando de forma reiterada.
Las asociaciones patrimonialistas lamentan la “pasividad” de la administración pública para resolver una cuestión de interés general y denuncian el “olvido” y la “falta de compromiso” de las dos fuerzas principales del Gobierno de coalición al borrar de sus programas electorales toda mención a las inmatriculaciones eclesiásticas.
Recuperando apuesta por una reforma legislativa que invalide por inconstitucionales todas las inscripciones episcopales realizadas al amparo de la mera autocertificación diocesana y una ley que clarifique qué bienes culturales son de dominio público y, por tanto, no pueden ser objeto de privatización alguna.
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Coordinadora Estatal RECUPERANDO, 17/07/2023
El obispo Manrique quiso destruir más volumen del templo omeya y Carlos V lo frenó, según la investigación de la experta estadounidense Michele Lamprakos que verá la luz en un libro en 2025
Interior de la Mezquita-Catedral de Córdoba.
Aristóteles Moreno, cordopolis.eldiario.es / 16 de julio de 2023
La historia tradicional asegura que en 1523 el obispo de Córdoba, Alonso Manrique, toma la decisión de edificar un crucero de enormes proporciones en el eje de la gran Mezquita de Córdoba. Para ello, era necesario demoler las naves centrales del oratorio omeya, lo que acarrearía consecuencias nefastas para la concepción espacial de un formidable templo diseñado para el rezo islámico. Al día siguiente, el Concejo municipal ordena la paralización de las obras bajo amenaza de muerte para todos los operarios que trabajen en la destrucción del monumento andalusí. El obispo excomulga al corregidor y desata un conflicto institucional sin precedentes, que resuelve el rey Carlos V en favor del prelado. Hasta ahí el relato oficial.