Recuperando explica las inmatriculaciones de la Iglesia con la ayuda de Mafalda. Grupo Inmatriculaciones de Asturias 2019.
El marco normativo de las inmatriculaciones es específicamente franquista. Por ello, es una peculiaridad española que no encuentra parecido en ningún otro país. Este es el respaldo que utiliza la Iglesia católica para defender la legalidad de sus apropiaciones.
Inmatricular es inscribir por vez primera un bien inmueble en el Registro de la Propiedad. Pero, sobre todo, ha sido el procedimiento a través del cual la Iglesia católica se ha apropiado de decenas de miles de bienes de valor incalculable.
La reforma de la Ley Hipotecaria (Decreto de 8/2/1946) equipara la Iglesia católica al propio Estado (art. 206) y el artículo 304 del Reglamento de 1947 establece que las certificaciones requeridas para la inmatriculación de bienes por la Iglesia Católica serán expedidas por los obispos respectivos. Esta normativa franquista convierte a la Iglesia católica en administración pública y a los obispos en notarios. “Inmatriculo este bien porque yo mismo digo que es mío, porque me pertenece desde tiempo inmemorial”. Con eso bastaba; no era necesario acreditar de manera alguna la propiedad de lo inmatriculado.
El pasado 22 de enero tuvo lugar en la sede de Podemos Murcia una Jornada de trabajo municipalista para analizar, evaluar y buscar soluciones al expolio inmobiliario ejecutado por la Iglesia católica.
Con considerable retraso, pero con firmeza, nuestros hermanos vascongados se han dado cuenta por fin de que el asunto de las inmatriculaciones de la Iglesia no era una cosa que afectaba sólo a los navarros, sino también a ellos y a todo el estado español. La información que conseguimos hace ocho años en Navarra sobre lo apropiado por la Iglesia al amparo del artículo 206 de la Ley Hipotecaria, recientemente derogado por inmoral y (aunque no lo reconozcan) por inconstitucional, supuso el inicio de un gran movimiento municipalista y ciudadano de respuesta, que al final se ha extendido a otras comunidades, creándose nuevas plataformas y recibiendo apoyos tanto de grupos laicos como de cristianos consecuentes.
La Iglesia captó bienes hasta julio
Los obispos de Vitoria y Bilbao inmatricularon propiedades incluso después de que las Cortes reformaran la ley en junio. Desde 1978, la Iglesia ha registrado 530 inmuebles en el País Vasco
En Betolaza, un pequeño pueblo al norte de Vitoria dentro del término municipal de Arrazua-Ubarrundia, sobresale un pequeño templo de poco más de 100 metros cuadrados. El pasado 6 de julio, semanas después de que las Cortes Generales modificaran la Ley Hipotecaria suprimiendo el privilegio de la Iglesia católica de «inmatricular» o captar todos aquellos bienes que un obispo identificara como propios, la diócesis de Álava acudió al registro de la propiedad para incorporar a su patrimonio inmobiliario la iglesia, la sacristía anexa y «un terreno de jardín de 406 metros».
Laikotasuna.org – Iker Rioja en «El Mundo» el 22 de enero de 2016