El párroco fue suspendido por el polémico prelado Rafael Zornoza tras negarse a ceder el cementerio de Vejer con fines benéficos. Ahora rompe su silencio y relata la trama urdida por el Obispado gaditano.

Aristóteles Moreno, Público | 23 diciembre 2023
En el año 2018, el sacerdote Antonio Casado se presentó ante el notario de Vejer por orden del obispo. Monseñor Rafael Zornoza Boy le había exigido donar las fundaciones caritativas vinculadas con su parroquia.
El notario examinó la documentación, frunció el ceño y se negó a firmar. Las fundaciones, algunas de ellas con siglos de antigüedad, eran fincas donadas a la parroquia por particulares acaudalados para que se ofrecieran misas por su alma y obras de beneficencia.
Sus estatutos estipulan, sin el menor género de duda, unos fines específicos de obligado cumplimiento. Y designan un patronato de gobierno, con el párroco como administrador único. El notario fue claro: el párroco no podía donar una fundación que no le pertenecía. Y los bienes de la fundación no podían ser destinados a un uso distinto al predeterminado en los estatutos.