El embajador de Francisco en España «ha tomado nota» de la gestión «neoliberal» del obispo de Cádiz y un juzgado de Barbate llama a declarar como testigos a los dos anteriores ecónomos de la Diócesis para que aclaren los movimientos de las cuentas de las rentas de tierras de la capellanía de Vejer de la Frontera.

Santiago F. Reviejo, Público | 14 junio 2021
El polémico mandato del obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, que arrastra una veintena de despidos y varios desahucios, puede estar atravesando sus momentos más difíciles. Por un lado, el nuncio apostólico, embajador de la Santa Sede en España, ha declarado haber «tomado debida nota» de las denuncias que le han hecho llegar un grupo cristiano gaditano sobre la gestión «neoliberal» de monseñor Zornoza, «contraria al Evangelio». Por otro, un juzgado de Barbate ha llamado a declarar como testigos a los dos anteriores ecónomos de la diócesis para que aclaren la gestión de las rentas obtenidas con las tierras de capellanía de Vejer de la Frontera, antes en manos de la parroquia y ahora directamente del obispado.
De momento, los despidos de una veintena de trabajadores del obispado y Cáritas de Cádiz, los desahucios de longevos inquilinos de viviendas propiedad de la diócesis y la defenestración del sacerdote que ha abanderado la lucha contra la gestión del obispo Rafael Zornoza Boy se encuentran ya sobre la mesa del nuncio nombrado por el Papa Francisco, Bernardito Cleopas Auza. Aunque, para ello, el Grupo Cristiano de Reflexión-Acción de Cádiz ha tenido que enviarle a lo largo de un año hasta tres escritos, suscritos por unas 300 personas, para que el embajador de la Santa Sede haya atendido finalmente sus demandas. En una carta fechada el pasado 7 de junio, Bernardito Auza refiere el «acuse de recibo» de esas comunicaciones y asegura que «se ha tomado la debida nota y se ha prestado la debida atención a todo cuanto en ellas se significa».






