La DGA y el Arzobispado de Zaragoza confirman que, a pesar de una última inversión pública de más de 12 de millones, la jerarquía católica seguirá explotando económicamente el edificio, cobrando por el alquiler de la instalación, y todos los días de la semana entre 7 y 9 euros por la entrada, excepto cuatro días al mes que será gratuita para aragonesas y aragoneses.
Chorche Tricias 30 JUNIO, 2023 / arainfo.org
La Catedral de San Salvador de Zaragoza, más conocida popularmente y en aragonés como La Seo, es uno de esos edificios que atesoran entre sus muros una importante parte de la historia de nuestro país. No se entiende la historia de Aragón sin su alargada sombra.
Este pasado jueves la visitaron, los todavía, presidente de Aragón, Javier Lambán, y consejero de Educación, Cultura y Deporte , Felipe Faci, a quienes los actuales propietarios -en litigio judicial-, el Arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano y el director de Patrimonio Artístico del Cabildo Metropolitano de Zaragoza, Ignacio Ruiz, les permitieron “ver con detalle importantes obras de interés artístico”.
En el año 2000 terminaron los, por ahora, últimos trabajos de restauración del edificio, a los que el Gobierno de Aragón ha destinado más de 12 millones de euros “para trabajos de conservación y restauración”. Sin embargo la DGA todavía no ha hecho nada para recuperar la titularidad y propiedad del templo para el conjunto de la ciudadanía aragonesa, tras la apropiación de la Iglesia Católica en 1988, cuando autoregistró a su nombre el templo aragonés.
El ejecutivo aragonés, no sólo no ha revertido a titularidad pública el edificio, si no que sigue permitiendo la explotación económica del mismo por la entidad privada Cabildo Metropolitano de Zaragoza, sin convenio alguno que lo regule, ni contrapartida social alguna, ni control de sus ingresos, impuestos o rentabilidad, excepto por el ‘ruego’ que Felipe Faci realizó a los actuales propietarios: que fuera gratuita la entrada algún día a la semana para las personas de nacionalidad aragonesa.
En respuesta a esta petición, y con una ‘generosidad colosal’, los actuales propietarios han concedido que La Seo de Zaragoza abra sus puertas gratuitamente al público aragonés cuatro días al mes -aún por determinar-, que se suman a los que ya estaban así establecidos: el 25 de diciembre, el 1 y 6 de enero, el 29 de enero San Valero, la Cincomarzada, los jueves y viernes de la semana santa, el 23 de abril Sant Chorche, el 18 de mayo Día de los museos, y el 12 de octubre día del Pilar.
Inexplicablemente, y rindiendo pleitesía, Javier Lambán agradeció “la rápida respuesta de los responsables eclesiásticos”, tras asegurar que visitar La Seo es un “verdadero lujo para cualquier amante del arte y la historia y donde el sentimiento de lo aragonés se siente de forma tan viva, esplendorosa y vinculado a las principales tradiciones” de nuestro país “tanto desde el punto de vista religioso como artístico y cultural”.
Por su parte, el jerarca de la Iglesia Católica, amenazaba afirmando que “a ninguna persona inteligente se le escapa que edificios monumentales como este, que hay más en Aragón, no disponen en su día a día de presupuestos públicos, lógicamente”, haciendo referencia a la iluminación, los salarios de la plantilla, la seguridad, la limpieza, y otros trabajos necesarios para mantener la explotación económica del templo, es de suponer que en un ejemplo de anticipación de esa mazada popular que dice “eres como los curas, que cuando piden parece que dan”.
El representante del Cabildo reconocía que La Seo de Zaragoza es “posiblemente el edificio monumental más importante” de todo el país “por sus formas y, sobre todo, por la acumulación perfectamente armonizada de todos los estilos artísticos, desde el románico hasta el barroco. Esta es una muestra del paso de la historia y del paso de los estilos artísticos y de los estilos de pensamiento en Aragón”, lo que la convierte también en un importante activo económico para su organización.
¿Es Zaragoza la única ciudad del mundo con dos catedrales católicas?
Este es otro de esos mitos que, a fuerza de repetirse, parecen ser verdad absoluta, pero ‘el demonio está en los detalles’. Sólo en la Península Ibérica hay, al menos, otras cinco ciudades que cuentan también con dos catedrales, aunque son denominadas como catedral vieja y nueva, se trata de Cádiz, Plasencia, Salamanca, Gasteiz y Lleida. Pero la diferencia estriba en que en las denominadas como ‘catedral vieja’ la Iglesia Católica ya “no realiza uso litúrgico”, como sí sucede con las dos catedrales zaragozanas. Por tanto, arquitectónicamente hablando es falso que Zaragoza sea la única, pero religiosamente hablando es cierto y una curiosidad histórica, así como una importante anomalía política -sí, sí, política-, que obviamente, tiene su explicación.
La propia jerarquía católica aragonesa explica que “una catedral es la iglesia principal de una diócesis y la sede de un obispo o un arzobispo. Según la definición académica una catedral tiene grandes dimensiones, y Zaragoza es la única ciudad del mundo con dos catedrales, aunque la Iglesia sea, como dice el Credo, una”. Intentan explicar los detalles contando que “no tenemos dos cuerpos, ni dos arzobispos, pero tenemos dos catedrales bien grandes. Somos así desde el siglo XVII”, aseguran desde el Cabildo Metropolitano de la capital del país “hay dos catedrales -con culto católico- y un solo cabildo”.
La jerarquía católica aragonesa continúa explicando la anomalía zaragozana: “el Cabildo Metropolitano de Zaragoza está constituido por un solo cabildo con dos residencias, La Seo y el Pilar, que se intercambian el 1 de abril de cada año. El emblema capitular está compuesto, después de la unión, por la superposición del Agnus Dei, emblema de La Seo, sobre la Columna, emblema del Pilar”,
Pero ¿cuál es el origen de esta anomalía socio-política?
Vamos hasta el siglo XVI con la dinastía Habsburgo. La Seo de San Salvador seguía siendo el lugar donde se coronaban los reyes de Aragón tras haber jurado los Fueros. Pero los reyes Habsburgo aspiraban a ganar poder en su persona y ese empeño chocaba con las instituciones aragonesas. Por eso, fueron llenando de favores al Pilar, para oscurecer la Seo a los ojos de los aragoneses y aragonesas. Tras la rebelión aragonesa que acaba con la decapitación del Chusticia d’Aragón (El alzamiento aragonés de 1591), se empieza a ver en Zaragoza el enfrentamiento entre los Fueristas (defensores de la identidad aragonesa y reunidos en torno a La Seo) frente a los Realistas (leales al rey Habsburgo y congregados en torno al Pilar).
Como señalan Episodios Aragoneses en su artículo ¿Por qué se celebra el Pilar? Sin embargo, y a pesar de los favores de la monarquía, la devoción a la Virgen del Pilar no conseguía imponerse a la preferencia de los zaragozanos por La Seo. Tampoco Santiago lograba ocupar el lugar de San Jorge, patrón de Aragón. Hacía falta un golpe de efecto y lo consiguió Felipe IV. En el año 1640 las Cortes de Aragón se negaban a permitir el paso del ejército real para reprimir a los catalanes y el rey necesitaba enseguida algo que les hiciese cambiar de idea.
Y sucedió con el conocido como Milagro de Calanda. La propaganda real fue inmensa y exitosa. En 1641, la Iglesia dictaminó el hecho como milagro. En 1642, el municipio de Zaragoza proclama a la Virgen del Pilar como patrona de la ciudad, en detrimento de San Valero. En 1675, ya con Carlos II en el trono, el Pilar es declarado concatedral de Zaragoza, junto con La Seo. Y en 1678, la Virgen del Pilar es proclamada patrona de Aragón, imponiéndose a San Jorge.
En pocos años, la Virgen del Pilar había desbancado a los patrones de Zaragoza y Aragón y el Pilar se había convertido en catedral. Por cierto, en 1645, las Cortes de Aragón acabaron aceptando entregar tropas y dinero a Felipe IV para luchar contra Catalunya. Como vemos, la propaganda política funcionaba, y muy bien, ya en el siglo XVII.
Poco después, otro Felipe, marcó sombríamente el 29 de junio de 1707 en el calendario de Aragón. El rey Borbón, Felipe V de Castilla, promulgó por «derecho de conquista» los Decretos de Nueva Planta por los cuales quedaron abolidas todas las leyes aragonesas, los derechos y libertades de nuestro país. De aquí viene otra popular mazada aragonesa «no hay Felipe bueno», y hasta hoy.
Relacionado:
El Arzobispado de Zaragoza registró a su nombre la Catedral de la Seo en el año 1988