El pasado fin de semana Getafe ha sido el escenario de la VI Asamblea estatal de la plataforma patrimonialista Recuperando, en cuyo seno se agrupan más de una treintena de organizaciones y cuyo objetivo es la recuperación del patrimonio indebidamente inmatriculado por la Iglesia desde 1946 hasta 2015.
Mesa de la Asamblea, por la izqda: Andrés Valentín, Asunsión Villaverde, José María Rosell
Getafe al día – 7 de noviembre 2022
En la reunión han participado delegados de Navarra, Andalucía, Valencia, Castilla León, Asturias, Euzkadi, Cataluña y Madrid entre otros, además de un portavoz de la asociación Redes Cristianas, que apenas un par de semanas antes había organizado unas jornadas en las que también se abordó el expolio perpetrado por la Jerarquía de la Iglesia Católica.
Desde la celebración de la anterior asamblea de Recuperando en Sevilla han transcurrido varios años, por efecto de la pandemia, pero sobre todo ha tenido lugar la firma del acuerdo entre el Gobierno de coalición PSOE-Podemos y la Conferencia Episcopal, que ha supuesto un auténtico mazazo para las aspiraciones de las organizaciones patrimonialistas. Porque en la práctica ese acuerdo supone un indulto injustificado a la actuación continuada de la jerarquía de la Iglesia de inmatricular al amparo del privilegio de la certificación.
Por eso el balance planteado en la Asamblea deja un poso agridulce. Pues es cierto que la sucesión de acciones reivindicativas a lo largo y ancho del Estado durante los últimos años ha forzado tanto al Gobierno como a la jerarquía de la Iglesia a tener que mover ficha, en contra seguramente de su voluntad. Pero de igual modo las consecuencias de ese pacto han frenado en seco la consecución del objetivo que Recuperando exige: la declaración de nulas de pleno derecho de todas las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia al amparo del artículo 206 de la Ley Hipotecaria y la consideración correcta, de una vez por todas, de todos aquellos bienes que deban ser considerado de dominio público.
Pese a todo, de la Asamblea han salido dos ideas esenciales y sumamente positivas. En primer lugar que la reivindicación no está agotada ni mucho menos; y que no lo estará hasta haber conseguido la recuperación del patrimonio expoliado. Y, en segunda instancia y en buena lógica, que nada va a detener las acciones que se consideren oportunas en pos del fin que alumbró esta plataforma. Entre esas cuentan, a corto plazo, la jornada reivindicativa que va a tener lugar de manera simultánea en más de una veintena de localidades de todo el Estado el día 10 de noviembre, y el inicio de una serie de actividades relacionadas con el Cerro de los Ángeles, uno de los motivos en el fondo de la elección de Getafe como sede de la Asamblea.