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El Románico rural gijonés: Antes del Pueblo, Ahora del Vaticano

Iglesias: San Miguel de Dueñas, San Juan de Fano y San Miguel de Serín

cortesía de: asturiaslaica.com /31 de agosto de 2023

«Esparcidas por la bellísima campiña gijonesa, humildes y altivas a la vez, se encuentran una serie de iglesias románicas que han llegado a nosotros en distintos grados de conservación primitiva y que, en general, presentan las características propias del románico popular: pequeño tamaño, nave única, modestia decorativa, sencilla estructura y ausencia de grandes repertorios iconográficos, que seducen al visitante por el encanto de su propia sencillez y por la perfecta integración en el marco natural que las acoge.»

Así inicia la web del Ayuntamiento de Gijón su recorrido por el románico rural del concejo de Gijón.

En el concejo gijonés se conservan elementos de origen románico en once iglesias y ermitas, más una portada procedente de San Juan de Mieres, hoy en un palacio privado de la familia gijonesa Rodríguez-San Pedro, familia a la que pertenece también una de las iglesias, Santa María de Leorio, y que hoy es panteón privado familiar en el cementerio de La Pedrera.

En general, se trata de edificios modestos y rurales encuadrados en su mayor parte en lo que ha venido denominándose románico costero asturiano. Se trata de pequeñas iglesias del Románico construidas a lo largo de los siglos XII-XIII. Han tenido reconstrucciones que han alterado su primitiva imagen, pero conservan hermosas portadas, arcos de triunfo, ábsides y otros elementos arquitectónicos, algunas en parajes rurales de gran atractivo. y con un denominador común, han sido INMATRICULADAS por la iglesia católica.

Sobre estas inmatriculaciones hay que tener en cuenta que, en algunos casos, datos históricos las señalan como “donación” del rey a la iglesia, sin que nos sea posible actualmente encontrar datos más allá de que están inmatriculadas, al no figurar si su inmatriculación fue con documento distinto a la propia certificación del obispo, salvo en el caso de San Juan de Cenero (citada como donación de Ordoño I -confirmada después por Fernando III y Alfonso X- al monasterio de San Salvador de Oviedo), que tal y como consta en el listado del Gobierno sí se ha aportado “título distinto de certificación eclesiástica”

En otros casos como Santa Eulalia de Baldornón o San Andrés de Ceares, se habla de donaciones de Ordoño II a la iglesia de San Salvador de Oviedo o San Félix de Porceyo, donación de Alfonso II también al monasterio de San Salvador de Oviedo, vienen citadas en el controvertido “Liber Testamentorum” del obispo don Pelayo.

D. Pelayo que ocupó la sede de Oviedo entre los años 1101 y 1130. Durante su pontificado, considerado como de notable esplendor, mantuvo una pugna contra las sedes de Toledo y Braga por su independencia, así como con las de Lugo y Burgos por problemas jurisdiccionales sobre varias localidades.

En defensa de los intereses de la diócesis de Oviedo, en la obra más conocida de su Scriptorium (el “Liber Testamentorum” que contiene 87 documentos) no vaciló en inventar donaciones y falsificar documentación como la referida a varias iglesias gijonesas.

Iglesias del románico Gijonés, Bernardo Santaeugenia

Plano de ubicación de las iglesias que conservan elementos románicos en Gijón. La red de caminos es similar a la existente en la Alta Edad Media.

Dibujo: Pilar Vázquez. Base del plano tomada de” Poder y poblamiento en el territorio Gegione” (A. García Álvarez-Busto / Fuente

Repasaremos tres ejemplos de románico rural, -no documentado como donaciones-, inmatriculadas por la iglesia católica, con fotos y datos recogidos en un librito en PDF, “Iglesias del Románico gijonés”, de Bernardo Santaeugenia, (librito [que] forma parte de un conjunto de publicaciones divulgativas que denominamos “Cuadernos de Rutas”), en la web Once iglesias del románico costero de Gijón (siglos XII-XIII) y en la web Románico Digital, con un apartado dedicado a Asturias (románico y prerrománico).

En la introducción del PDF, se recuerda que el Románico llegó a Asturias tardíamente, siendo los siglos XII y XIII los periodos en que se rastrean mayor número de construcciones, particularmente intensas a lo largo de los caminos de Santiago y del Salvador, destacando en la zona oriental Villaviciosa y tras ella, Gijón.

Todas las iglesias tienen en común el haber sido destruidas o seriamente dañadas durante la contienda civil del 36. Por ello, al margen de los efectos del paso del tiempo y del impacto de rehabilitaciones y reconstrucciones, algunas sólo conservan elementos mínimos.

  • San Miguel de Dueñas

La iglesia de San Miguel de Dueñas se encuentra en la parroquia de Bernueces, en Gijón. No hay datos precisos sobre la fecha de fundación de la iglesia, si bien, por sus características, algunos autores sitúan su construcción inicial en el primer tercio del siglo XIII, en el estilo románico rural costero asturiano.

A pesar de las noticias históricas referidas al territorio de Bernueces, no existen referencias documentales concretas a la iglesia de San Miguel de Dueñas. Restaurada por la Dirección General de Arquitectura en el año 1967, es un bello ejemplo del románico rural costero. Se trata, en realidad, de un templo de pequeñas dimensiones, un edificio de una única nave y ábside semicircular precedido de tramo recto.

San Miguel de Dueñas sufrió a lo largo de los siglos diversas remodelaciones, reformas, y también períodos de abandono y ruina hasta su reconstrucción y rehabilitación en los años 1963 a 1968 que no alteró su estructura primitiva, por lo que el visitante puede hacerse una idea cierta de lo que era un templo de carácter rural.

Arquitectónicamente hablando, esta pequeña iglesia sigue las pautas constructivas habituales de los templos románicos modestos; lo más destacado de San Miguel de Dueñas es el tratamiento decorativo que reciben los capiteles de la ventana del ábside y del arco triunfal, y, muy especialmente, la impresionante talla en madera del Arcángel San Miguel, conservada en el interior de la iglesia

La planta es la usual del modelo benedictino tan extendido en Asturias, es decir, planta de nave única y ábside semicircular precedido de tramo recto, todo ello, de pequeñas dimensiones. La decoración escultórica se ciñe al arco de triunfo y, sobre todo, a la armoniosa ventana que se abre en el ábside, formada por dos columnillas con capiteles labrados con motivos vegetales, que sostienen una arquivolta con dientes de sierra sobre una línea de impostas igualmente decorada.

Del Románico, se conservan el arco triunfal, el ábside y la portada, a los que hay que añadir la talla en madera del Arcángel San Miguel del siglo XIV, de estilo gótico.

INMATRICULADA en 1929 a nombre de la Santa Iglesia Católica

  • San Juan de Fano

La Iglesia de San Juan de Fano se encuentra situada en el concejo de Gijón, en la carretera que une la capital del concejo con Pola de Siero. Fue fundada el 15 de noviembre de 1145, según consta en su Carta Fundacional, por D. Álvaro Guterri y su esposa Dña. Aldonza Fernández. El documento, traducido del latín dice así:

“Yo, Alvaro Gutiérrez, juntamente con mi esposa Dña. Aldonza Fernández, en ofrenda al Señor Dios Omnipotente, construimos un Monasterio en nuestra heredad propia, sin ningún heredero, en honor de San Juan Evangelista, en Asturias, territorio de Gijón, lugar llamado Fano. Hízose esta escritura de donación a diecisiete de las kalendas de diciembre, Era 1183” (se corresponde con la fecha antes citada).

El monasterio, de la orden de San Benito, desapareció, y sólo queda la iglesia. Tras su destrucción en 1936 se conservan de su origen románico la portada, los muros orientales de la nave y el tramo recto previo al ábside semicircular antiguo.

En ella destaca su elaborada portada que, a pesar de su deterioro, aún puede advertirse que se trata de una portada de cierta riqueza escultórica, relacionada con la cercana escuela de Villaviciosa y, por tanto, con el llamado románico culto.

La portada permite a los expertos fechar la construcción en el siglo XIII. Presenta rasgos que le confieren un estilo singular en relación con el resto de iglesias románicas de Gijón (incorporación de flores de lis, grabado del santo patrono en la portada, tendencia naturalista de los motivos vegetales…)

La portada, bastante erosionada, presenta cuatro arquivoltas de medio punto con guardapolvo, decorado con tetrapétalas con botón, que protege la única arquivolta que carece de ornamentación, ya que la siguiente presenta boceles, la siguiente tetrapétalas (también en su intradós), y la última róleos de flores de lis, algo poco frecuente en el románico asturiano.

Dispone de ocho capiteles, cuatro a cada lado de la entrada. Algunos tienen las figuras parcialmente rotas y, en general, muestran una situación de serio deterioro de la piedra.

INMATRICULADA EN 2015 a nombre de la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana

  • San Miguel de Serín

La iglesia parroquial de San Miguel se encuentra también muy modificada en cuanto a sus elementos arquitectónicos, pero a cambio presenta el que es posiblemente el conjunto de decoración escultórica de más calidad de todas las del concejo.

Carecemos de referencias documentales concretas sobre ella, aunque en el Libro de los Testamentos de la catedral de Oviedo se recoge una alusión al valle Serio. El origen del topónimo podría estar en relación con un antropónimo de origen latino; en efecto, numerosas localidades deben su actual denominación a un antiguo nombre de persona, por ejemplo, el propietario de una explotación agrícola, cuyo nombre perdura una vez que se ha desarrollado en torno un núcleo de población, al que pasa a identificar en su totalidad. Serín, o Serio según la documentación medieval, podría ser, por tanto, la derivación de algún personaje de nombre Serus o Serinius.

La iglesia fue restaurada inicialmente en 1938 y luego en 1966 y en 2008 (con aportaciones vecinales y del Ayuntamiento), y sólo conserva de su estructura románica original la portada occidental, el arco de triunfo y algunos canecillo.

Las tres arquivoltas de la portada se decoran con motivos habituales: líneas quebradas, bolas y picos, pero los capiteles ofrecen una temática de mayor calado iconográfico. Son representaciones zoomórficas, frecuentes en el bestiario medieval, que se relacionan con el mundo infernal y que representan los vicios y sus castigos: pájaros que pican, animales con rostro humano, monstruos barbados de cuyas bocas salen otros animales, máscaras, etc.

En el interior, el arco de triunfo presenta igualmente arquivoltas y capiteles con talla de gran calidad y con una temática similar.

En cuanto a los capiteles, todos ellos presentan motivos que también se aplicaron en otros templos románicos emplazados en su mayor parte en la zona costera de la región y en sus áreas de influencia.

En el lado izquierdo, el que da frente a la nave está compuesto por grandes tallos vegetales que envuelven bolas. En el lado derecho (en la imagen)del arco de triunfo, el exterior, hay una cabeza de monstruo (“glouton”) de enormes fauces y mirada maligna que engulle el capitel. El segundo capitel es una combinación de máscaras humanas y frutos de piñas.

La portada occidental es un bello ejemplo de talla románica, aunque estructuralmente presenta una evidente asimetría debida a una intervención en la que se incorporaron algunos sillares nuevos a la jamba derecha. Se trata de una portada de arco de medio punto con tres arquivoltas, todas ellas molduradas con boceles y medias cañas; la exterior, además, se decora con una línea de dientes de sierra, y la interior presenta esta misma ornamentación de dientes de sierra, acompañada con destacadas puntas de diamante.

Presenta únicamente dos capiteles decorados a cada lado, apoyándose la tercera arquivolta directamente en la columna. Se cree que los capiteles pertenecen a talleres diferentes: los dos de la derecha y el interior de la izquierda fueron realizados por el mismo taller que realizó los capiteles de la Iglesia de San Pedro Navarro de Valliniello, en Avilés, mientras que otro, más elegante, sería obra de un taller de Oviedo o de alguien familiarizado con él.

La portada de San Miguel de Serín en uno de los ejemplos más cuidadosamente diseñados del románico costero, que aúna además diversas corrientes estilísticas. Por un lado, la ovetense, más culta y compleja; por otro, la del románico rural, predominante en la zona costera.

INMATRICULADA en 1968 a nombre de la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana, cuando aún no se podía inmatricular lugares de culto.

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Publicado en Asturias